Guardar la calma mientras nos mantenemos invertidos

Publicación: 2023-01-23

Caídas, correcciones y mercados bajistas han existido siempre, y lo seguirán haciendo; son parte inevitable de las inversiones. Quizás por cierto encanto de historias con reflejos de Hollywood, creemos que la vieja lección de comprar bajo y vender alto es sencilla. Pero la realidad es otra y nos muestra que, la mayoría de las veces, no sale bien manejar el “timing” del mercado. ¡Cuánto más cierto es esto en entornos difíciles de mercado!

Sabemos que, desde un punto de vista emocional, es difícil de lograrlo, pero lo primero que debemos hacer es mantenernos en calma. Las reacciones emocionales a los eventos del mercado son perfectamente normales. Pero también sabemos que toda decisión que no es tomada con la mente fría puede marcar la diferencia entre ganar o perder con la inversión realizada.

Tenemos que lograr bajar la ansiedad, concentrarnos en entender qué está pasando en el mercado y aprender del pasado para tomar las decisiones correctas en el presente. Cada vez que en los activos financieros se actualiza un precio al alza o a la baja es porque alguien compró y otro vendió. Los mercados no son ajenos a lo que ocurre a nivel mundial. Para los inversores que desean evitar parte del estrés de las recesiones, la diversificación puede ayudar a reducir la volatilidad.

Crear –o adherirse– a un plan de inversión cuidadosamente construido es otra manera de evitar tomar malas decisiones, en particular cuando los mercados se mueven a la baja. Este plan debe tener en cuenta una serie de factores, incluida la tolerancia al riesgo y los objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Si el horizonte de inversión es el largo plazo, de unos diez años, por ejemplo, lo más aconsejable es hacer aportaciones periódicas. En períodos largos de tiempo, incluso si el resultado final es negativo, habrá momentos de caídas y recuperaciones. Es justamente durante esas caídas, difíciles de anticipar, por cierto, en las que el inversor metódico puede sacar provecho de su estrategia.

Con un plan de aportaciones periódicas como proponemos, uno deja de angustiarse por saber si este mes o el que viene es el mejor momento para invertir. Con el tiempo, estos inversores pagan menos, en promedio, por acción. Si las cotizaciones siguen cayendo, el que aporta de forma sistemática la misma cantidad cada mes todavía está en ventaja. Esto fue cierto incluso para la histórica caída de la década de 1928 a 1938, en la que la bolsa perdió la mitad de su valor (conocida por algunos como “el mayor apocalipsis financiero”).

La historia nos muestra que los inversores profesionales o institucionales compran cuando los novatos se asustan y venden. Debemos internalizar el hecho de que los mercados bajistas suelen ser más cortos que los mercados alcistas y que, luego de un mercado bajista, le continúa un mercado alcista.

Sin dudas, conseguir y asegurar la tranquilidad de una inversión bien hecha incluso en épocas de turbulencia financiera es un gran desafío. En el camino hacia una inversión exitosa, siempre vamos a tener “ruidos” y “turbulencias”. Es por estos motivos que nuestra mayor satisfacción es poder acompañarte a recorrerlo.

Newsletter


Suscribirse a nuestro Newsletter para recibir las novedades.